La pascua, nuestro tiempo

2 febrero, 2024

Hemos vivido estos días del Triduo Pascual acompañando al Señor en su cena de Pascua, su última cena; le hemos acompañado mientras todos, de un modo u otro, le traicionaban y le dejaban solo, a excepción de su madre y de su mejor amigo, ante la condena injusta y la crucifixión. Hemos esperado en un silencio expectante junto al sepulcro y juntos hemos celebrado con verdadera alegría y profundo agradecimiento su Resurrección: ¡Es Pascua, es nuestro tiempo!

Comenzamos un trimestre, el último de este curso, y lo hacemos acompañados del Señor Resucitado, ese al que esperamos en adviento caminando agradecidos a Belén, ese al que acompañamos en ese tour agradecido por la ciudad de Jerusalén. Ese al que ahora contemplamos resucitado, a nuestro lado, diciéndonos una y otra vez ¡Paz a vosotros! ¡He resucitado! ¡Merece la pena creer y esperar en Dios! En este trimestre, en apenas cuatro semanas, comenzara el mes de mayo, un mes de especial celebración y agradecimiento por la figura de María, la madre del Señor, nuestra madre. La mujer que acompañó a Jesús en todo momento, la mujer del sí, cuya vida es todo agradecimiento a Dios.

Ojalá estos tres meses los vivamos bajo el resplandor de la Pascua. Nuestra institución, la Fundación Educación Católica, tiene en su origen el gen pascual, el gen de la Resurrección del Señor, el gen de la Vida y de la alegría que brotan del cumplimiento de la promesa que el Señor nos hizo. Vivamos estos meses agradecidos por tanto bien recibido. Vivamos este tiempo en modo pascual, nuestro tiempo, nuestro estilo, nuestro modo agradecido de ser, educar y evangelizar.