Señor a Jesús, toma mis manos y alivia con ellas el cansancio de los que no pueden cargar más el peso que llevan sobre sí. Toma mis manos y acaricia, sostiene, abraza, apoya y reconforta a quienes necesitan una mano amiga que les haga ver que es posible, que merece la pena vivir, que hay esperanza si en tus manos ponemos cuanto somos.

 

Señor Jesús, toma mis manos y sana al que busca sanarse y salva, al que busca salvarse. Toma mis manos y sana las heridas, infunde en los demás una fe sincera, rebelde y comprometida. Toma mis manos y señala con ellas el camino, bendice, acoge, refugia y restituye dignidades.

 

Señor Jesús, toma mis manos extendidas y con ellas enseña, sostén, acompaña, construye y cuida. Toma mis manos y hazlas tuyas, para que viéndolas los demás te reconozcan y se sepan parte de tu Reino.

 

Señor Jesús, extiendo en esta mañana mis manos. Míralas (miro mis manos unos segundos): son tuyas, haz que hoy sean buena noticia para todos. Así te lo pido. Así sea

 

Óscar Alonso Peno