Señor Jesús, en esta mañana que se nos regala sin merecerlo y sin haber hecho nada durante la noche para que amanezca, también nosotros te decimos, como aquel fariseo, que nos hables, que nos digas lo que tienes que decirnos.

Señor Jesús, tu evangelio de hoy nos habla de ungir, de invitar, de perdonar, de amar, de convidar, de fe y de paz ¡Qué más podemos pedirte en esta mañana, Señor! Haz que como aquella mujer, también nosotros unjamos hoy a los demás con buenas palabras, con gestos cariñosos y con ternura.

Señor Jesús, haz que invitemos a otros a “nuestra casa”, que conozcan lo que de ti sabemos, que en nosotros te vean y quieran conocerte. Haz que perdonemos, todo de todos. Sin excusas, sin recuerdos, sin condiciones. Haz que probemos, una vez más, a amar más y a amar mejor.

Señor Jesús, haz que convidemos a los demás a nuestra mesa, a nuestra vida, a nuestras historias y proyectos. Haz que en nuestra casa se encuentren en su casa. Danos la fe necesaria para transformar el mundo en el que vivimos. Haz que en este día vivamos en paz y paz encuentren los demás en nosotros. Así te lo pedimos. Así sea

Oscar Alonso Peno

Responsable Área Pastoral FEC