Señor Jesús, qué evangelio más sutil el de hoy. Junto al dato de que caminabas y de que ibas de ciudad en ciudad, anota el evangelista que ibas acompañado por los Doce y por algunas mujeres. En esta mañana, tu evangelio hace que nos preguntemos ¿quién nos acompaña a nosotros en nuestro ser discípulos tuyos? ¿A dónde nos dirigimos nosotros para anunciar tu evangelio?

Señor Jesús, nos gustaría pedirte en esta oración que nos acompañes tú, que seas tú el protagonista de nuestra historia de amor contigo, que en ti tengamos puesta nuestra confianza, que seas tú el que inspires y des vida a nuestra experiencia creyente.

Señor Jesús, te pedimos que, como aquellos discípulos y aquellas mujeres, nos encuentres siempre atentos a tu palabra, a tus gestos y a tus acciones. Te pedimos que no pase este día sin anunciar, con palabras y sobre todo con la vida, que eres el Señor de nuestra vida y que permaneces a nuestro lado para dar hondura y profundidad a nuestra existencia.

Señor Jesús, te damos gracias porque cuentas con nosotros, porque nos llamas un día más a anunciarte y a acompañar a tantos hombres y mujeres que necesitan renovar las razones para vivir y para esperar. Te damos gracias porque sabemos, en primera persona, que en este momento de oración estás aquí, sentado junto a nosotros. Tú estás siempre a nuestro lado. Ayúdanos a no olvidarlo nunca. Así te lo pedimos. Así sea

Oscar Alonso Peno

Responsable Área Pastoral FE