Señor Jesús, casi ya a las puertas del adviento, nos viene bien leer estas palabras: “levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación” y repetirlas dentro nuestro, en lo más profundo y dejar que resuenen y nos nutran por dentro. Por eso, Señor, en esta mañana te decimos desde la sencillez y el sabernos todo-necesitados:

• levántanos de nuestras comodidades excluyentes
• levántanos de nuestras inercias infecundas
• levántanos de nuestro yoísmo ciego
• levántanos de nuestra falta de visión
• levántanos de nuestro creer que solos podemos.
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• Señor Jesús, desde nuestro ombliguismo acomodaticio, desde nuestro mirar siempre a otra parte te decimos:

• ayúdanos a levantar la cabeza y a mirar a los ojos
• ayúdanos a ver con claridad, a tu estilo
• ayúdanos a reparar cegueras
• ayúdanos a dibujar horizontes compartidos
• ayúdanos a cuidarnos y a cuidar de los otros y de la Casa Común

Señor Jesús, necesitamos que tu liberación nos llegue y lo transforme todo, necesitamos que nos ayudes a ser verdaderamente libres, por eso te decimos:

• libéranos de nuestra pretensión de ser libres a nuestro modo
• libéranos de la tentación de creer que somos libres y no te necesitamos
• libéranos de nuestra responsabilidad circunscrita muchas veces a lo que nos interesa
• libéranos de nuestros fracasos, de nuestros errores, de nuestras faltas de caridad, de nuestro pecado
• libéranos de nuestra falta de misericordia, de nuestros juicios, de nuestra falta de compasión, de nuestro no saber y a veces no querer amar más y amar mejor.

Señor Jesús, en esta nueva jornada ayúdanos a levantarnos, a alzad la mirada porque sabemos que se acerca nuestra liberación. Así te lo pedimos. Así sea

Oscar Alonso Peno

Responsable Área Pastoral FEC