Señor, nos gustaría no perder a nadie por el camino, nos encantaria poder decir que a todos ganamos para tu causa y que tu proyecto llama la atención a todo el mundo, pero la verdad dista mucho de estos deseos.

Señor, cada vez nos cuesta más vivirte, testimoniarte y anunciarte sin vacilar. A veces porque nos sentimos totalmente fuera de lugar. Otras porque nos da hasta vergüenza hablar, se ti y de lo nuestro delante de los demás. Y muchas veces por comodidad, porque nos exige una coherencia que nos pesa o porque sencillamente nos supera.

Señor, necesitamos que nos ayudes a interiorizar eso de «que no se pierda ni uno de estos pequeños». Regálanos un poco de fe, otro poco de esperanza y mucha caridad. Haznos buenos discípulos tuyos y buenos pastores. Haz que el testimonio de nuestra vida sirva a otros de razón para querer conocerte mejor y vivirte.

Señor Jesús, que no perdamos a nadie. Que a todos podamos mostrarles el secreto de la felicidad en ese vivir tu Evangelio que transforma la vida entera y nos sitúa siempre en camino. Quita nuestros miedos y haznos luz y encuentro para con todos. Así te lo pedimos. Así sea

Óscar Alonso Peno

Responsable Área Pastoral FEC