Viernes 25 de febrero 2022

"Por la dureza de vuestro corazón..." (Mc 101-12)

Señor Jesús, llegamos al final de esta semana con la sensación de que han pasado los días volando, con el sentir de que no nos ha dado la vida para hacer, sentir y decir todo cuanto querríamos haber hecho, sentido y dicho. Pero también llegamos al final de la semana con el corazón un poco herido: la guerra, nuestros conflictos internos, nuestras pequeñas batallas, nuestra indiferencia hacia todo aquello que nos desestabiliza y nuestro deseo de no meternos en más líos porque creemos que no damos más de nosotros mismos.

Señor Jesús, tu evangelio de hoy dice esa frase que esta mañana nos hace pensar: ¿Cómo está nuestro corazón? ¿Somos hombres y mujeres de corazón limpio, de corazón esponjoso, de corazón dispuesto a amar sin medida? ¿O por el contrario somos como aquellos fariseos a los que tú les dijiste que tenían el corazón duro, inalterable, impermeable y capaz de no conmoverse con nada ni por nadie? Necesitamos, Señor, que modeles nuestro corazón y lo hagas más capaz de amar, de perdonar y de disfrutar junto a los demás.

Señor Jesús, en este día te pedimos que apartemos de nosotros toda actitud agresiva, todo gesto de indiferencia, todo deseo de revancha o toda envidia. Te pedimos que nos enseñes a amar como tú, a sentir verdadero cariño por los demás, a ser tiernos con los más duros y a enamorarnos de la gente tal y como es, sin prejuicios ni condiciones. Danos, Señor, un corazón grande para amar, danos un corazón fuerte para luchar en esperanza. Así te lo pedimos.

Así sea

Oscar Alonso Peno

Responsable Área Pastoral FEC

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