Martes 13 de septiembre 2022

"Jesús se puso en camino con ellos" (Lc 7,11-17)

Señor Jesús, una mañana más escucho clara e inconfundible tu voz y siento que me susurras al oído ese «levántate» que habla de vida y de posibilidades, de volver a comenzar y de transformar la oscuridad en luz.

Señor Jesús, confiado en tu Gracia y en tu Palabra, te digo:

– De mi fe cómoda y acomodada, levántame

– De mis continuos lamentos sobre cómo va todo, levántame

– De mi pensar que para arreglar el mundo ya están los otros, levántame

– De mi esperanza soportada en cualquier cosa pasajera, levántame

– De mi falta de compasión y de mi ausencia de caridad, levántame

– De mi tristeza por cuestiones superficiales, levántame

– De mi dejar pasar oportunidades para ser bueno y hacer el bien, levántame

– De mi ausencia de misericordia y de lo que me cuesta pedir perdón, levántame

– De mis huidas hacia adelante y de mis caídas al retroceder por no querer afrontar con verdad lo que acontece, levántame

– De mis tibios gestos hacia los más pobres y de mi indiferencia hacia los más vulnerables, levántame

– De mis sorderas y mis cegueras, esas que me hacen vivir como si nada de lo que ocurre fuera de mí tuviera que ver conmigo, levántame

– De mi raquítica respuesta a tu voluntad y de mis peticiones sin fin, levántame

– De mi autoridad ejercida como poder y con superioridad, levántame

– De mi amor interesado y de mi falta de compromiso en el servir, levántame.

Señor Jesús, como ves necesito que hoy me dirijas tu palabra y me digas con cariño y sin reproches, como tú haces, «levántate». Así te lo pido. Así sea

Óscar Alonso Peno

Responsable Área Pastoral FEC

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