Viernes 2 de diciembre 2022

"Y se les abrieron los ojos" (Mt 9,27-31)

¡Abre mis ojos! Señor Jesús, abre mis ojos.

A veces, aunque es de día, no veo.

A veces, aunque estoy en medio de todo tipo de luces, no veo.

A veces, aunque creo estar despierto, vivo dormido.

Por eso, Señor Jesús, ábreme los ojos para ver.

Señor Jesús, reconozco que a veces se vive muy bien siendo ciego o viendo a medias, o mirando sólo a la parte de la realidad que sé que no me va a doler y que no me va a comprometer. Por eso, Señor Jesús, ábreme los ojos para ver, reconocer y hacerme cargo de la realidad.

Señor Jesús, ábreme los ojos para ver y para verte. Hazme recobrar esa vista que no obvia nada, que no excluye a nadie, que no tiene miedo de descubrir la realidad de los que tengo a mi alrededor. Pero abre mis ojos también para verme, para reconocerme y para quererme tal y como soy, en tu presencia.

Señor Jesús, ¡abre mis ojos! Quita las legañas de mi comodidad, de mis cegueras autoimpuestas, de mis miradas interesadas. Da brillo a mis ojos, hazme ver como tú: posibilitando, dignificando y haciendo que los demás no se marchen jamás de mi lado sin haber encontrado en mis ojos misericordia. Así te lo pido. Así sea

Oscar Alonso Peno

Responsable Área Pastoral FEC7-31

girl, face, colorful-2696947.jpg