Señor Jesús, si es así, si es que pidiéndote se nos da, buscando encontramos y llamando se nos abre, como cada día de nuestra vida, te necesitamos. Pero te necesitamos sobre todo para que nos capacites para saber qué pedir en cada momento, qué buscar y a dónde tenemos que llamar.

Señor Jesús, y ya que estamos, te tomamos la palabra y de decimos:

– te pedimos salud.

– te pedimos inteligencia.

– te pedimos verdadera, alegría.

– te pedimos el coraje de los profetas.

– te pedimos caminar en verdad.

– te pedimos ser mujeres y hombres de oración

– te pedimos ser evangelizadores a tu estilo.

– te pedimos el don del discernimiento.

– te pedimos paz y bien.

– te pedimos que triunfe el amor verdadero.

– te pedimos que nos enseñes a pedir.

– te pedimos serenidad para saber afrontar las circunstancias

– nos gustaría saber buscar lo que más nos convenga en cada momento, lo que una, lo que traiga la paz, lo que reconcilie, lo que haga y nos haga más felices y más alegres.

– ayúdanos a elegir bien las puertas a las que llamar, las iniciativas que te gustaría que llevaremos adelante, los proyectos que lleven tu nombre y lleven el sello del Reino.

Señor Jesús, gracias un día más por la vida regalada. Gracias por recordarnos que podemos y debemos pedir, buscar y llamar.

Así te lo pedimos. Así sea

Óscar Alonso Peno

Responsable Área Pastoral FEC