Señor Jesús, también hoy nosotros te decimos: enséñanos a orar. Ayúdanos a hablar con el Padre como quien habla con su mejor amigo. Inspira en nosotros las palabras justas, las peticiones, los agradecimientos y las alabanzas que den cuerpo y corazón a nuestra oración. Haznos mujeres y hombres orantes.

Señor Jesús, que nuestra oración no sea nunca palabrería, ni diplomática, ni esquiva, ni lejana, ni ritual, ni impuesta, ni obligada. Haz que nuestra oración nazca de lo más profundo de lo que somos, que esté compuesta de palabras sencillas, que ponga en tu presencia rostros e historias de hombres y mujeres reales, que sea generosa, universal y fraterna. Que esté siempre repleta de vida y de vidas.

Señor Jesús, que nos atrevamos a decir a Dios Padre, a santificar su nombre, a pedirle una y otra vez que venga su Reino y a pedirle cada día nuestro pan cotidiano. A solicitarle perdón por todo cuanto no hacemos o hacemos mal y que también nosotros perdonemos a quien nos debe a nosotros. Y que no nos dejes caer en la tentación. Y que nos libres del mal, de todo mal.

Señor Jesús, haz que acojamos la oración del Padrenuestro como un verdadero proyecto de vida. Así te lo pedimos. Así sea

Óscar Alonso Peno

Responsable Área Pastoral FEC