Señor Jesús, la verdad es que nos levantamos y somos bombardeados por un sinfín de malas noticias: las guerras, conflictos en todos los ámbitos, pobreza, el precio de la luz, empresas que cierran, enfermedades que no terminan de remitir, violencia contra el bien común, gente sin trabajo, ataques constantes a la familia, familias que no llegan a fin de mes… demasiadas cosas que nos encogen el corazón y que a veces hasta nos paralizan.

Señor Jesús, como dice tu palabra, se nos pedirán cuentas y nos gustaría estar donde quieres que estemos y como quieres que estemos. Sabemos que el secreto está en el amor, en el amar y en cómo amar a los demás. Y sabemos que el modelo de entrega y amor incondicional eres tú.

Por eso, Señor Jesús, en esta nueva mañana queremos pedirte que nos enseñes a vivir honda y agradecidamente, que nos ayudes a seguirte sin peros, que acompañemos a los demás sin molestar, que aprendamos de ti el modo en el que sentir y servir, acoger y amar sin más, por puro amor.

Solo entonces, Señor Jesús, cuando se nos pidan cuentas podremos decir que, ante todo, amamos. Amamos a tu estilo. Amamos porque el amor sana, salva, crea y dignifica. Enséñanos a amar más y a amar mejor. Así te lo pedimos. Así sea

Óscar Alonso Peno