Martes 5 de diciembre 2023

"Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra" (Lc 10,21-24)

Padre bueno, Señor del cielo y de la tierra, te doy gracias por la vida, por cada mañana regalada y seguramente no merecida, por cada nueva oportunidad de caminar, de construir y de contemplar horizontes. Gracias porque me siento la persona más afortunada del mundo sabiéndome elegido, llamado y enviado un día más.

Padre bueno, Señor del cielo y de la tierra, te doy gracias por las personas que me rodean, por la familia, por mis padres, por mis amigos y por todos los conocidos, por los compañeros de trabajo y por todas las personas que forman parte de mi comunidad cristiana. Te doy gracias por todas las personas que han sembrado en mí, que me han ayudado y me ayudan a ser quien soy.

Padre bueno, Señor del cielo y de la tierra, te doy gracias por todo lo que tengo por delante: los proyectos, los anhelos, las esperanzas, la búsqueda de tu voluntad, el deseo constante de ser mejor, de amar más y de amar mejor, de querer ser más como tu Hijo, de desear gustar internamente todo lo que tú haces en mí.

Padre bueno, Señor del cielo y de la tierra, te doy gracias por mi vocación a la vida, por mis ganas constantes de servir y por la felicidad que me habita y que crece cada vez que sigo renovando mi voluntad de ser como tú quieres que sea. Gracias por tu paciencia para conmigo. Gracias por darme la energía necesaria para anunciarte sin descanso y para seguir viviendo la verdadera alegría de tu evangelio. Que nunca me canse de agradecerte tanto bien recibido. Así te lo pido. Así sea

Óscar Alonso Peno
Responsable Área Pastoral FEC

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