Agus Olcoz, madre, maestra, compañera... En todo luz

2 septiembre, 2021

El pasado 27 de agosto, fallecía en Pamplona, después de una dura enfermedad, nuestra compañera Agustina Olcoz Itoiz, profesora del Colegio FEC Vedruna, en Pamplona. Nos unimos con todo el cariño del mundo a Jesús, su marido, y a sus hijas, Irati y Leire.

Su enfermedad y el fatal desenlace nos han dejado un dolor profundo y un vacío inmenso.  Se nos ha ido demasiado pronto. Agus ha sido una persona plena, una mujer comprometida, apasionada, crítica, siempre buscando, siempre compartiendo lo que era y sabía. Agus era maestra desde su ser discípula de Jesús, de la mano de Santa Joaquina de Vedruna.

Los diferentes mensajes y muestras de cariño de estos días son testimonio del afecto que muchísimas personas le profesábamos. Algo de ella estuvo siempre a la vista de todos: su fuerza, su sentido de la justicia, su valentía, su pasión por la enseñanza, su cercanía, su compromiso, su disponibilidad, su alegría y buen hacer. Vivió y actuó con el talante y el entusiasmo del que siente su profesión como vocación, guiándose por el estilo pedagógico de Santa Joaquina de Vedruna, por la que sentía especial devoción. En su centro de trabajo hemos sido testigos de una tarea realizada con minuciosidad, profesionalidad y mucho amor. Siempre preocupada por todos y cada uno de sus alumnos y alumnas, queriéndoles, guiándoles, innovando, renovándose, ilusionándose, inspirando…todo un referente para muchos educadores. Hay que destacar también su labor como miembro del Equipo de Pastoral del colegio, donde trabajó, al igual que en su parroquia, por seguir la estela de Joaquina de Vedruna.

 

Estos años ha aportado tanto a los grupos de trabajo en los que ha participado, que su huella permanecerá entre nosotros. Agus no tenía un trabajo, Agus disfrutaba con su magisterio. Y muchos, afortunadamente, hemos compartido con ella algún tramo del camino. Ha sido un verdadero honor y un verdadero regalo tenerla cerca, compartir su sonrisa, sus ideas, sus rebeldías y su amor incondicional a su familia y al Señor. Vive para siempre.